Durante un tiempo, escribir se convirtió para mí en una forma de sostener lo que vivía, lo que sentía y lo que acompañaba. Estas cartas nacieron de ahí: de la necesidad de poner palabras a lo que duele, a lo que transforma, a lo que late. Algunas hablan de maternidad, otras de duelos, otras de la ciclicidad, del deseo, del miedo, del amor, del cuerpo, de la vida.

Si alguna de estas cartas te abraza, te refleja o simplemente te acompaña en silencio, bienvenida. Este también puede ser tu lugar.