Desde hace algunos años, la pregunta de: Y tú, ¿tienes hijos? en el entorno de trabajo y la de: Y tú, ¿para cuándo? fuera del entorno de trabajo, se han vuelto cada vez más frecuentes.
¿Y qué podría haber detrás de esa pregunta?
El sistema. La presión. El reloj biológico. El deseo real o construido por una educación que te dijo cómo ser, para ser y llegar. Las ganas, la intención y una larga espera. Esa sensación de que no llega. El miedo, las dudas, el no ser capaz. El estar defectuosa. La pérdida. La indecisión. La reproducción asistida…
Si supiéramos el alcance que tienen las preguntas o los comentarios que hacemos, estoy segura de que abordaríamos el presente de otro modo.
¿Si fuese mamá sería una mejor matrona y/o profesional?
La matrona, es la profesional que acompaña a la mujer en cualquier etapa de su vida.
Aquella que la hace ver, disfrutar y (re)conectar con lo que es, con lo que somos.
Admira sus procesos normales y fisiológicos, abraza su naturaleza cíclica y emocional. Abraza la pura transformación y animalidad que surgen de los procesos de búsqueda, embarazo, parto, posparto y maternidad. Sostiene y admira pues tiene miles de espejos, vivencias y personas a través de las cuales aprender. Despide, agradece y abraza la transición hacia la no ciclicidad.
Es esa comadre y amiga que te escucha, no te juzga, que te abraza con la mirada y con la piel.
La matrona y profesional, deja la mochila antes de entrar. Ama y respeta a la persona a la que acompaña. Disfruta junto a quien camina, del camino y del caminar.
Se nutre, se forma y se informa.
Porque en cada una de nosotras reside una auténtica y única manera de crear, cuidar, acompañar, mimar y maternar.
Mamá, mamis, mamás GRACIAS POR DARNOS LA VIDA.
Sin vosotras, no estaríamos hoy aquí.
Sin vuestro calor, brazos, cuerpos, cobijo, sin vuestro alimento, desde cualquier modo o lugar, no estaríamos hoy aquí.
Gracias por la entrega, por la constancia, por la paciencia, por el tiempo, por la transformación, por la renuncia, por el amor y la luz infinita.
Gracias por deconstruiros a pasos de gigante y por ser también vuestra mejor, legítima y presente versión.